martes, 24 de abril de 2012

Gabrielando



                                                                        Por:  Ian Kaier




a mi hija Gabriela María


Derribar los árboles. ¿Derribo de árboles?. Tacho.
                   …de las canciones sobre árboles…
¿Y cómo están los hijos?  Uno está en el baño. Le acabo de pasar la toalla. (siento que le he lanzado una bandera ensangrentada).
Siempre olvida todo. Lo que no se olvida se paga con nitroglicerina.
Con monedas menudas de cinco centavos recolectadas en
jarrones haciendo papeles de alcancías. Al fin encontré el sustantivo “alcancía”.
Ahora podré pararme encima hasta romperla. Y saldrá leche o
el Presidente dando su discurso de año nuevo.
 No derriben, diciendo,  hasta que se oye horrible
por las malas instalaciones eléctricas.

Me voy a mi casa turbado.
No conseguí el trabajo por el que luché.
Regreso sin monedas.
Vacio
Tácito.
Hago equilibrios en la acera hasta que me ven los aplausos.

a. morales cruz 



viernes, 23 de marzo de 2012

Poesía Mundial


Leyendo por ahí, sobre el Día Mundial de la Poesía, comparto un extracto de un artículo en El País…

Malas noticias para la poesía: hoy es el Día Mundial de la Poesía. Muy mal deben de andar las cosas para necesitar un Día Mundial de Loquesea, para tanta mayúscula. ¿Existe un día mundial de la prosa? Pregunto. Lo dudo. Lo hay de las especies en vía de extinción, de las enfermedades raras, de las minorías perseguidas, contra el cambio climático y a favor de la paz. Contra el cáncer y contra la diabetes, la miopía y la hipermetropía. A favor de los osos y del lince ibérico. Malas noticias para la poesía.

En una encuesta sobre la lectura en España, el 70 % de los lectores frecuentes (aquellos que leen por lo menos alguna vez a la semana; con generosidad) compra o lee libros de literatura. El 1% lee títulos de poesía.

A la gente le gusta la poesía. Pero no lo sabe.

Una de Coleridge que le gustaba a Cernuda: “Las mejores palabras en el mejor orden”. Eso es poesía.

Y Marianne Moore:

“A mí también me disgusta.

Al leerla, sin embargo, con absoluto desdén, uno descubre en ella, después de todo, un lugar para lo genuino”.

Y se viene encima un poema de Fabio Morabito:

Cuando tocando madera
dices toco madera,
¿qué pájaro se cae,
qué flor se extingue en algún lado?
Cuando tocas madera
para desviar el rayo que temes,
¿qué rima o llanto estás matando?
Tocas madera para apagar un eco,
para matar un brillo,
para no ser herido,
ganas rebaño
a cambio de la savia que pierdes,
dejas un poco, para ser madera, de ser árbol,
el árbol que lo acepta todo:
la flor, el pájaro y el rayo.

Yo creo que pasa la prueba de Marianne Moore, pero cuanto menos se añada a un poema, mejor.

."Pues la poesía nada consigue; sobrevive tan sólo / En el cauce que ella misma ha creado, donde los hombres de negocios / Jamás querrían demorarse". W Auden

En eso, hablando de poesía, adjunto al Maestro Antoni Tapies, fallecido el 6 de febrero, pero deja una obra poderosa que multiplica cada vez las posibilidades de vivir, en caso de que el arte tuviera una función.





sábado, 4 de febrero de 2012

ESCARMIENTO A LA REALIDAD


























Chema Madoz (Madrid, 1958), reconocido fotógrafo español al que en el año 2000 le fue concedido el Premio Nacional de Fotografía.
“La técnica, me interesa en cuanto me permita acceder a los resultados que deseo. Luego de alguna forma hay que olvidarla, no tenerla presente.”

jueves, 18 de agosto de 2011

FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO 2011





Cómicas de Berlín, es un libro que reune, lo que llamo, textos poemáticos algunos publicados en revistas electrónicas y de papel, como Maga, del maestro Jaramillo Levi. Además acompañan pequeños collages que interactuan en una alianza entre literatura con arte visual, un ejercicio simbiótico.

… es un libro mundano, cosmopolita por sus manías y presunciones; nihilista, iconoclasta, pero sin dejar de ser católico hasta las wachas. Es un libro que se puede decir irreverente, pero es melancólico. Un libro que también tiene errores y exhala cierto moho por el tiempo que estuvo luchando por salir. Lo que estoy enumerando son caracteres de su proceso existencial, no de su calidad literaria, gráfica que sin duda a otro le corresponde.


a morales cruz








miércoles, 1 de junio de 2011

Poniéndose verde

Invitación a mover los músculos y reconozco que los zapatos rotos me observan.
Un estilo callado sale de ellos como la pobreza escrita en un letrero gubernamental “pobreza”.
En contra, por supuesto, se construirán caminos y llevaremos agua potable
para que todos se limpien el culo, una noche fría de octubre
cuando se inauguren las estrellas…

¿Te sorprendo? Odio la madrugada. Salgo de mi casa antes de caerme de la cama.
Hediondo de no bañarme desde hace días. Cínico, me fumo un cigarrillo y los recuerdos de la cárcel vienen en forma de palomas mensajeras
o en papelitos que mi novia guarda entre su brasier.
>Recuerda que sales en 22 meses<. A mi abogado se le cayó un botón del Armani.
Y me cobra como si fueran cientos de helados para niños pobres en las navidades
¿Cuándo putas es el día del niño? Si, me interesan los días sin madrugada
Porque debo caminar como 10 kilómetros hasta la toma del bus
y en la oscuridad y con las bolsas negras desbordadas de latas, comida podrida y las aguas negras fluyendo imparables hacia el cielo... pienso tocarle la puerta a alguien
se despierte y me acompañe.

A. Morales Cruz



martes, 17 de mayo de 2011

GASOLINA



que yo recuerde, eso lo dije una vez ya hace tiempo, … si hay algo que me gusta es el olor de la gasolina… La primera vez que fui a una gasolinera en la esquina de calle 32, me dieron verdaderas intuiciones de que siempre me gustaría ese olor metálico que penetra todos los demás olores del mundo. El olor de la gasolina se fue conmigo para siempre. No lo pude entender muy bien, nunca, pero era imposible evitar su retorno cuando subia una cuesta o bajaba hasta las casas que están construyendo en el malecón. Ni la brisa del mar pudo cambiar la influencia filosa de la gasolina cuando fluye de la manguera y hace espejismos en el piso. Pensé que su olor penetrante podría ser capaz de cambiar mi sentido motriz y prestidigitar cualquier cosa…
Avanzar sobre el aire, irme y también regresar. Una alucinación estable sobre los poderosos emprendimientos de la vegetación cuando la arranca una oleada de lodo y desperdicios de comida y plástico. Mi padre tenía un carro que siempre estaba descompuesto. Por lo general, yo iba en el asiento de atrás, por lo que me ensimismaba cuando se detenía a tomar combustible y una vez más me daba el chance de llevarme ese olor primero que todavía me persigue como un perro al hueso y que haría cualquier cosa para que no desapareciera…
okey, pero a veces pienso… qué tal si todo esto resulta falso?






Imagen y texto A. Morales Cruz



lunes, 25 de abril de 2011

Qué larga vida

Este me parece un buen título para el libro que tengo al borde de la mesa donde a veces escribo, como de veintipico de capítulos o secciones de diferente naturaleza práctica. En cada cubículo se practica algún deporte, animación, escena, número de magia, gimnasia; hasta la lenta y aturdida práctica del ajedrez.

Hoy es el día del escritor y también se acaba de morir el poeta Gonzalo Rojas, auténtico sostenedor de sacos de sal los cuales le ejercitaban la lengua y los brazos para levantar tantas veces como quería los poderosos poemas que nos deja su trabajo. Y digo “trabajo” es lo que identifico en la forma de escritura de Rojas. Lo vínculo más con trabajos en minas de sal y mar por las que nadie pasa, y si lo hacen se les pincha un llanta o se quedan sin gasolina. Y ahí siguen sus poemas como piedra en zapato.

Ya leí sobre una Casa del Escritor, donde no veo a un escritor presidiendo semejante burocracia. No vislumbro mucho de este proyecto, pero el tema organizativo lo partiría en dos, así: un buen gerente de operaciones con extremas habilidades para promover y organizar eventos que faciliten divulgar la labor del escritor. Para gestionar recursos y lanzar al mundo la propuesta de los escritores en su confrontación sana con los otros. Facilitar su hacer y qué hacer. Proponer nuevos sistemas de lectura para que mis libros se lean más. Red de contactos que expanda la participación en ferias de libros, editoriales, residencias, etcétera. Tareas que no se ajustan a los escritores, sino a gerentes.

Los escritores, por su lado, en lo que deben estar: escribiendo
.




“vista hace fé”



a. morales cruz (texto e imagen)