miércoles, 1 de junio de 2011

Poniéndose verde

Invitación a mover los músculos y reconozco que los zapatos rotos me observan.
Un estilo callado sale de ellos como la pobreza escrita en un letrero gubernamental “pobreza”.
En contra, por supuesto, se construirán caminos y llevaremos agua potable
para que todos se limpien el culo, una noche fría de octubre
cuando se inauguren las estrellas…

¿Te sorprendo? Odio la madrugada. Salgo de mi casa antes de caerme de la cama.
Hediondo de no bañarme desde hace días. Cínico, me fumo un cigarrillo y los recuerdos de la cárcel vienen en forma de palomas mensajeras
o en papelitos que mi novia guarda entre su brasier.
>Recuerda que sales en 22 meses<. A mi abogado se le cayó un botón del Armani.
Y me cobra como si fueran cientos de helados para niños pobres en las navidades
¿Cuándo putas es el día del niño? Si, me interesan los días sin madrugada
Porque debo caminar como 10 kilómetros hasta la toma del bus
y en la oscuridad y con las bolsas negras desbordadas de latas, comida podrida y las aguas negras fluyendo imparables hacia el cielo... pienso tocarle la puerta a alguien
se despierte y me acompañe.

A. Morales Cruz