jueves, 13 de marzo de 2008

El otro lado de la velocidad



Los textos de la otra vez, el post anterior, lo hice sobre un plano, donde puse, por un lado la quietud, lo pacífico. Hacia el otro lado, la velocidad. Quise encarar estos dos territorios planos, sin exactitudes, libres. Quise explorar la velocidad de la quietud como una cualidad de lo quieto. En cierta forma hay un vértigo latente en las formas estáticas y eso me motivó a buscar las palabras que expresarán ese plano ambiguo, donde lo sosegado lo atraviesa el misterio de la velocidad en las cosas. Y cómo ese estado sosegado puede ser víctima de alteraciones que subsisten en una especie de sombras. Ocultamiento, que envuelve la palabra poética al cual llamamos evocación como poderosa fuerza lírica y representativa...

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