El movimiento de las cosas pequeñas
1
Ahora tengo la calma de sentarme en
la silla
y escuchar las gotas caer del árbol
un árbol inventado a modo de sirena
Un árbol de melodías
crece como el incendio en un
edificio abandonado
Tal parece una pintura
una pintura interior realizada con la calidad de las tardes
cuando los bombardeos eran más
a menos que quieras huir por el jardín de piedras
tan bien hecho de piedras pintadas,
bromelias, juncos, salvias y
geranios puros
el árbol de piedra se detiene en
modo de éxtasis
y no me deja ver la infinidad de
desastres
2
y me digo.... tengo todo el tiempo
y remo... remo un bote al que no le he puesto nombre
pero no me desvía su rectitud
es la punta de un lápiz haciendo
círculos
como el dedo en la ventana de
vidrio
cuando llueve y truenan de lejos
letras de canciones
y camiones cargados de tierra pasan
en la noche
y me recuerdan todas las cosas que
he perdido
El horizonte se dobla y sale un
gato
a su vez vivir me ha parecido
alegre
3
Respiración la
dificultad de respirar de un buzo
cuando descubre el verde en el
fondo del océano
y en su corazón hay palpitaciones
de su mujer en una foto en traje de
baño
los cordones sueltos
salto la reja de metal hiriendo el viento
Eco tras eco me visitan hoy tareas
incomprensibles:
un balón cargado en polvo
viejas cartas que se analizan al
romperse
respiro esta flor
me alejan cien veces de un raro
pensar
4
bajo las escaleras visito otra vez mi pueblo
sus piedras gastadas
los postes de luz punzando el cielo
pero es un caballo que no recuerda
está detenido en la hierba
crecida
se supone entre cerros y más cerros
y eso lo invade a uno de corazones
pasados
paso el dedo por la acera lo corro por los edificios
y es una piel diciéndome estuviste
cerca
y eso me recuerda el mismo autobús
que se asoma
5
es sin igual todo
es sin igual
como lo grato de quitarse la camisa
cuando apaga sus luces el estadio
vacío
y un guarda inyecta su linterna en
una oscura butaca
como quien busca la autobiografía
de Andrea
los bucles de su pelo
alumbrados
lejos los amorosos
6
recojo las hojas las últimas hojas son el patio
la grandiosa idea de la flor
sobre las hojas en el árbol
Esta paz la escribo en el muro
y piensa uno en el mundo como el
teclado de un piano
blanco negro
La tierra debajo de mi
es un avión bajo nubes
las hojas en la metáfora de la flor
una apariencia de página escrita
7
sentado en mi silla y afuera
un remolino atropella la pintura de
un edificio
a velocidad otras apariencias provienen
Desde la escritura imagino flechas
descender
sobre las vocales
Hago una escalera
y en la improvisación un precipicio
recaen en nudos en la garganta
la silla la tarde el
clima
conspiran un trazo de pintura
oreada
8
tengo todo el tiempo hablando del tiempo
descubro mis pies su ir hacia la
tienda
pero en la esquina olvida sus
tareas
su olvidar
Un pasillo de hospital gira
en la vía láctea
En blanco, la luz, es el borde de
lo rojo
La electricidad descubriéndose en
la radio
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he observado los utensilios
puestos por años sobre esta mesa
la cuchara abre el tenedor hunde escinde el cuchillo
en manos de un homicida desvanece
¿Qué relatividad hay en el pánico
del vaso,
la mesa, el lugar rodeado? ¿qué mística?
Mi abuela tensaba el mantel
como un paño de lágrimas
el mantel sufre la sangre de los
sacrificados
la cuerda
alrededor de la nuca
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no existe un paisaje que no llueva
llueve como un tronco por dentro
por dentro sólo un solitario
estacionamiento
un domingo las últimas horas
La desolación en el paisaje es otra
ambición del paisaje
El agua chorrea por la pared de la
fábrica
anega la pista de los jinetes
el agua se ahoga en un vaso de agua
11
ahora que leo estas palabras
ventana hielo corazón
un corazón se destaza en el hielo
de la ventana
aviso de
escribir color verde
Un fusil encontrado después de una
guerra
sirvió para enderezar un sembradío
para quitar las cortinas sucias
como vara
saltar la página la época
el miedo no es un arrullo vicioso
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con los ojos rosados
el que describe una iguana
ojea la vida
con sus binoculares
es un cazador recientemente
entrenado
necesita experiencias subliminales:
debajo de la tierra el silencio de
un agujero
y el cazador mira un insecto roer
una etiqueta
una tortuga vira su navegación
hacia el ojo del cazador
y ve a su novia con manzanas en el
suelo
según el alba según el dolor
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no hay mayor soledad que la de la
luna
corre por su pasadizo negro
emborrachada se tira redonda
su impacto es el océano
electrizante
un transeúnte un beisbolista
le pintan cielos inexistentes
el astrónomo avanza su avaricia de tenerla
un poeta la abre todos los días con
un cuchillo
como un tirano sigue allí
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Leo un libro cuyo autor soy yo
recostado en un edificio de
apartamentos
Hay tanta confusión
como en un viejo filme de guerra
y sus heridos
restriego los ojos
el filme se desinstala
Una pista de patinaje
el autobús cae en un hueco
es blanco el paisaje por donde la
palabra se desliza
15
la pelota haciendo su propio abismo
pica en la pared como una lección
de pintura
la veo frente al viejo frontón de
mi niñez
la antigua pared gastada
huellas de redondez alrededor
como soga en la nuca
todos con la camiseta 14
todos se han ido con su número
oigo retumbos en la pared
huir de una zapatilla
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en otros días en que los aleros
chorreaban
veía desde el muro que da a la
playa
los buques anclados
el sufrimiento de escalar y ver su
interior roto
húmedo
me rozaban puntas como de estrellas
o patas de gusano
me abrían un diseño
también de viejo hierro en un
desastre
empeorando mi sueño de ancla
estático en la marea baja
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... y me acostaba en las moléculas
de un paño
abría los ojos y rastros de aire
espeluznantes grotescos
rastros
rodeándome como cangrejos
cada mediodía ocurría esto
Pude hacer canciones
con ese temblor
y mi teclado saltando como arroz
batido
se pudría con eso del mar orillando
con eso dormía
atravesado por letras rodando como
toros
en círculos de teléfono
18
las manos en los bolsillos
la costumbre de ir con Diana
el barrio los charcos de
reojo sus ojos
sobre el desierto extinto
y decía: estreno
zapatos blancos
acudía hirviendo
exploraba la insinuación
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después bajaba y el mar deshacía mi
camisa
los talleres cerraban
el panadero echado de panza bajo
las nubes
los botes
sobre la arena dormían sus laureles
las luces y los relatos acomodados
como en un teatro
en la geometría de la bola de
billar
bajo la tierra, manchas de hierba
abotonadas
20
Oh,
los dulces geranios no mueren en las eras
el agua chorrea desde un viejo caño
hacia la calle una caja rota
y
todo infectado
mancha una amarillenta factura
un día fuimos un día suplicamos
tú, ella
pero todo estaba antiguo ido por un pasadizo de la casa secreta
todo se había ido por la puerta
principal
como huéspedes al tirar basuras
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Un fanático funda una ciudad
en la pared de una cárcel roja
arriba el sol
despereza la silueta de un mar
imaginado
de sus paredes salen
sólo grietas desde el cual un frío
de mañana muerta
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sé que mis últimos días son pañuelos y destejer y errar
harán una memoria quebradiza a modo
de labor
un solo balcón la puerta una cortina roja
dribleo extra el abismo donde la pelota cae
mis dos hijas con sus encajes