por la estadía de los vehículos usados en ese patio abandonado con solo un guardia vigilando 24 horas, donde solo se ve su tazón humeante de café llegar hasta las nubes como un cometa deshecho…
o lo del perro olfateando entre la basura pero las sobras quedan dispersas mientras el continua con su nariz metida haciendo caminos extras. Qué olvidos le traerá mover su olfato rastreando qué cosa, niebla, aullidos ancestrales, qué amante de las mil…
las doce de la noche. Atrás en el patio sombras y se mueve algo entre la ropa tendida. Caen sobre el vidrio de la ventana piedras diminutas; empieza a chispear cuando todo se va mojando. Una señora gorda sale en bata y recoge los dos pantalones, huele el cemento del muro… en la otra ventana alquien mira, la mira bien a ella, se establece una relación entre lo mojado, la bata, el vidrio, y la soga de tender le queda en el cuello a manera de lazo, de flores rodeándola
A.Morales Cruz
Imagen: Chema Madoz
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